El velero de expedición Pangaea
A lo largo de 14 años de expediciones extremas, Mike Horn y su velero de 35 metros, el Pangaea, han vivido muchas aventuras juntos. Resistente, intrépido, versátil: estas palabras describen tanto al hombre como al barco.
Tras descender a nado los casi 7000 km del río Amazonas, dar la vuelta al mundo siguiendo el ecuador y recorrer el Polo Norte en pleno invierno ártico, Mike encontró su verdadera vocación: inspirar a una nueva generación de exploradores en la defensa del medioambiente a través de la aventura y los desafíos.
Un equipo de arquitectura naval dio forma a sus ideas y creó el barco de expedición definitivo, que el explorador usaría como base de operaciones para sus aventuras y sus programas juveniles de concienciación medioambiental; una embarcación diseñada para soportar las condiciones extremas de las regiones polares y llevar a los ávidos aventureros hasta los confines de la Tierra. Cuenta con un casco ligero de aluminio reforzado para protegerse de los icebergs, un calado mínimo para navegar por aguas poco profundas y una proa afilada para atravesar el hielo ártico. En 2008, nació el Pangaea.
Está bautizado en honor del vasto supercontinente que ocupaba la Tierra en su forma primitiva (llamado Pangea en español), rodeado por un océano interminable, sin rastro de influencia humana. Este nombre, derivado de las palabras del griego antiguo «pan», que significa «todo», y «Gaia», que significa «Tierra», simboliza el mundo natural en su totalidad. Tras 27 vueltas al mundo juntos, Mike y el Pangaea siguen surcando los mares de todo el planeta en una búsqueda interminable de la verdad y la belleza.